El director de la CIA, John Ratcliffe, afirmó que recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes causaron “daños graves”, respaldando la postura del expresidente Donald Trump sobre la supuesta destrucción del programa atómico de Irán.
Ratcliffe dijo contar con información de una fuente históricamente confiable que indica que varias plantas clave habrían sido inutilizadas, requiriendo años para su reconstrucción. No obstante, su declaración no aclaró si se trataba de una posición oficial de la agencia o de una interpretación preliminar de los hechos.
La versión de la CIA contrastó con el análisis inicial de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), que sostenía que los ataques probablemente solo retrasaron por unos meses las ambiciones nucleares de Teherán. La Casa Blanca descartó esa evaluación como incorrecta, mientras la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, respaldó la narrativa de Trump sobre la supuesta destrucción total de las instalaciones en Natanz, Fordow e Isfahán. Sin embargo, Gabbard no presentó pruebas adicionales y analistas señalaron que los informes aún son preliminares.
El proceso de evaluación de daños por parte del Pentágono podría tomar semanas. El informe inicial de la DIA, generado apenas 24 horas después del ataque, fue clasificado como de “baja confianza”, por lo que es común que se revisen sus conclusiones a medida que se recopila más inteligencia, incluidas imágenes satelitales y reportes de aliados. Una evaluación completa incluye determinar tanto el daño físico como el impacto funcional sobre el programa nuclear iraní.
A pesar de las declaraciones enfáticas del expresidente Trump, expertos cuestionaron que una sola operación pueda erradicar un programa de esa magnitud. Según legisladores y analistas, Irán podría haber trasladado parte de sus reservas nucleares y seguiría operando instalaciones no detectadas. Además, el bombardeo de Isfahán —una planta clave— generó dudas sobre si el objetivo principal fue alcanzado, y no se ha confirmado si EE.UU. podrá inspeccionar físicamente los sitios atacados.
La falta de consenso entre las agencias de inteligencia subraya la incertidumbre sobre el verdadero impacto de los ataques. Mientras Trump insiste en que la amenaza nuclear iraní ha sido “aniquilada”, evaluaciones técnicas y políticas más cautas recuerdan que en conflictos anteriores las primeras estimaciones sobre daños resultaron ser demasiado optimistas. Por ahora, el debate sigue abierto y la posibilidad de futuras acciones militares no está descartada.
Fuente: CanalB
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