Se inicia el juicio oral contra la expresidenta y exvicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, acusada de liderar un sistema de cobro ilegal de sobornos vinculados a la adjudicación de obras públicas durante sus gobiernos.

Según la acusación fiscal, durante años funcionarios del Ejecutivo habrían exigido pagos a empresarios a cambio de contratos estatales. El caso sostiene que esas entregas de dinero se realizaban en efectivo y que los fondos llegarían directamente a manos de la entonces mandataria.

De acuerdo con la información presentada por el Ministerio Público, más de 200 empresarios y exfuncionarios —que aceptaron colaborar con la justicia— declararán uno por uno durante el proceso. Sus testimonios buscan describir cómo funcionaba el presunto mecanismo de recaudación de coimas, que habría operado de manera sistemática y coordinada. Las cifras preliminares que maneja la fiscalía señalan un monto estimado de al menos 2.000 millones de dólares vinculados al caso, aunque la defensa de Kirchner rechaza estas acusaciones y afirma que se trata de una persecución política.

El expediente se originó tras la recopilación de cuadernos y documentos que describían supuestos traslados de bolsos con dinero en efectivo hacia dependencias oficiales. Para la fiscalía, se trataría de uno de los mayores casos de corrupción en la historia reciente del país. Cristina Fernández de Kirchner niega haber recibido aportes ilícitos y ha acusado públicamente a la justicia de intentar perjudicarla políticamente.

El juicio se extenderá por varios meses debido al número de testigos y la complejidad del caso. El proceso será seguido de cerca en Argentina y en la región, donde la figura de la exmandataria mantiene peso político y divide opiniones. Mientras avanza la etapa oral, el tribunal deberá evaluar tanto la evidencia documentada como los testimonios de los colaboradores para determinar si existió o no un esquema de sobornos ligado a la obra pública durante su gestión.