Desde el mes de agosto del año pasado hasta julio de este año, el sur del país fue la región en la que más creció la desaprobación de Pedro Castillo como presidente de la República, pasando de 21 % a 56 % (35 % en su contra).
En el norte el aumento de la desaprobación fue de 33 %, en el oriente de 31 % y en el centro de 26 %. Mientras tanto, en todo el país la desaprobación pasó de 45 % a 74 % después de las declaraciones de Zamir Villaverde.
La razón principal de la pérdida de apoyo hacia Castillo en el sur sería el histórico carácter contestatario de la región y el incumplimiento de todas las promesas que se hicieron durante la campaña presidencial.
Por nivel socioeconómico también se ve un mismo patrón desfavorable a Castillo, ya que pierde más simpatías donde antes tenía su mayor soporte de popularidad. En el sector E, el rechazo pasó de 33 % a 63 %, y es que el presidente tampoco ha podido desarrollar acciones favorables a los sectores más populares, a diferencia de otros regímenes populistas de la región como los de Hugo Chávez o Rafael Correa.