Retomo este blog después de varias semanas en las que, ante tanto escándalo, ante tanta corrupción, ante tanta cochinada proveniente del entorno del ocupante de Palacio de Gobierno, Pedro Castillo y de buena parte del Congreso, con "niños", violadores, sentenciados por corrupción, etc., no provocaba escribir. ¿En qué podría aportar yo, si la gran mayoría de la opinión pública y de la prensa independiente pensamos lo mismo?
Los peruanos decentes, que somos la mayoría, estamos hartos. Estamos hartos del malparido, porque no tiene otro calificativo, que hoy ocupa el Palacio de Gobierno. Estamos hartos de su familia corrupta, estamos hartos de su esposa, de su "cuñhija" de sus sobrinos, de sus padres y de sus suegros.
Estamos hartos de sus asesores, de sus abogados y de sus ministros mediocres, ladrones y lame suelas, tal vez con la única excepción del ahora ex ministro de Economía, Óscar Graham, que no sé cómo pudo resistir tanto tiempo, rodeado de tanta basura.
Estamos hartos de todo lo que significa Chota. Tal vez exista un chotano decente, no lo sé, pero mientras tanto, me da la impresión de que esta provincia es la cuna de la delincuencia y la corrupción en el Perú.
Al momento de escribir estas líneas, se ha dado una pequeña renovación en el gabinete, una burla al país en verdad, manteniéndose como primer ministro, el bueno para nada, Aníbal Torres, a quien Castillo no le aceptó la renuncia, al no haber podido conformar un gabinete de ancha base como propuso y nadie le hizo caso. ¿Quién podría participar de un gobierno que ha dado tantas señales de corrupción? Hemos tenido, pues, en poco más de un año, además de más de 60 ministros que han juramentado, 4 secretarios de la presidencia y 7 ministros del Interior, entre otros. Son números vergonzosos que jamás hemos visto, ni veremos en nuestra era republicana.
Nunca en la historia hemos tenido a un presidente que en menos de 13 meses de gobierno tenga cinco investigaciones fiscales y parece que estaría por abrirse una sexta. Por ahora tenemos lo siguiente:
En tres de estos casos, Castillo es sindicado como cabecilla de una organización criminal.
Sobre todas estas investigaciones, hay y van apareciendo testigos y colaboradores eficaces, que van acorralando al inquilino de Palacio, complicando cada vez más su situación.
El Congreso, en un hecho sin precedente, y el cual aplaudo, negó la autorización para que el apestoso y todo su séquito, viajaran a Bogotá, Colombia, para la asunción de mando del guerrillero Gustavo Petro.
¿Que nos represente en el exterior un presidente con cinco investigaciones fiscales? ¿Qué avergüence a todos los peruanos con cada una de sus declaraciones (recuerden lo del hermano Santiago, la guerra entre Rusia y Croacia, la entrevista que dio a Fernando del Rincón en CNN, entre otros)?
No, este ignorante, limitado además en el uso del idioma, incapaz de enfrentar a la prensa y por supuesto de ejercer su cargo, debería tener impedimento de salida permanente del país.
Tengo la esperanza de que más pronto que tarde, este delincuente, inquilino de Palacio, pueda ser vacado o suspendido en sus funciones, ante la acumulación de evidencias de sus delitos. No cuento con la renuncia porque para ello se requiere tener principios y vergüenza, cosa que sabemos no tiene el chotano. Estamos entonces, en manos del Congreso y de la Fiscal General de la Nación.
Escrito por Juan Carlos Suttor
Fuente: CanalB
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