Por Fernando Rospigliosi
La fiscal de la Nación Delia Espinoza acaba de cometer un nuevo desatino al pretender desaparecer al partido Fuerza Popular (FP) porque, supuestamente, es “antidemocrático”.
En una situación en que las amenazas de la delincuencia, las extorsiones, el sicariato, la minería ilegal y el narcotráfico son asuntos prioritarios, que merecen concentrar en ellos los recursos y la atención de los operadores de justicia, sobre todo de la fiscalía que tiene ahora un enorme poder, Espinoza ha dedicado seis meses de su tiempo y un nutrido equipo del Ministerio Público (MP), para “investigar” y producir un mamotreto de cientos de páginas, con el único propósito de liquidar a una organización política democrática, que tiene la bancada más numerosa en el actual Congreso y que representa la opción de millones de peruanos que la han respaldado en varias elecciones.
El abogado de Espinoza, Luciano López -que al parecer es mucho más que su representante legal y tiene una desmedida e irregular influencia en el MP-, es el que ha revelado la absurda obsesión de la fiscal con FP, declarando que se dedicó medio año a preparar su descabellada denuncia.
La inquina de Espinoza contra FP, probablemente se explica porque ese partido es el más firme y enérgico defensor de las FFAA y PNP, y el más decidido combatiente del terrorismo y la delincuencia.
En el Congreso, FP ha impulsado y apoyado las leyes de lesa humanidad y amnistía para militares, policías y CAD que derrotaron al terrorismo. Así mismo la ley que devuelve la investigación preliminar a la policía, las normas que protegen a los policías que abaten delincuentes y la de legítima defensa que defiende a los ciudadanos que usan su arma contra delincuentes.
Todo eso irrita y atormenta a Espinoza, empeñada en perseguir a militares y policías, que son los que enfrentan a los terroristas y los delincuentes.
Según algunos analistas, la intención de Espinoza ha sido un intento de victimización, cuando la Junta Nacional de Justicia está a punto de emitir una resolución que probablemente la suspenda en el cargo.
Otros también argumentan que lo que intenta es lograr que los congresistas de FP se abstengan en las varias y fundadas acusaciones constitucionales que están pendientes en el Parlamento.
En cualquier caso, la denuncia de Espinoza es disparatada y antidemocrática, pues pretende interferir ilegalmente en el próximo proceso electoral.
El desempeño de Espinoza en la fiscalía ha sido desastroso y ha contribuido a destruir y desacreditar una institución muy importante en el combate a la delincuencia y el terrorismo.
Esa fiscal desquiciada debería ser apartada de inmediato de su cargo.
Fuente: CanalB
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