La fiscalía inició una investigación preliminar de sesenta días a la esposa de Pedro Castillo y primera dama, Lilia Paredes, por el presunto delito de negativa a colaborar con la administración de justicia.

Paredes había sido citada como testigo para declarar en torno a las denuncias de la colaboradora eficaz Karelim López, quien señaló la existencia de una organización criminal enquistada en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y liderada por el propio presidente de la República.

Sin embargo, la esposa de Castillo, a pesar de asistir al encuentro junto a su abogado el pasado 13 de mayo, se negó a declarar ante la fiscal de lavado de activos Luz Taquire.

Según algunos especialistas, Lilia Paredes efectivamente cometió el presunto delito por el que se le investiga, el cual tiene una pena de hasta dos años de prisión. Su silencio se debería al temor de revelar información que podría comprometer a su esposo o de caer en contradicciones.