Tiene tiempo hasta para saludar a Lula da Silva por su triunfo en las elecciones de Brasil, pero la izquierdista Verónika Mendoza se mantiene callada ante los graves delitos de corrupción en los que estaría involucrado su socio político Pedro Castillo.

Mendoza reapareció en las redes sociales para celebrar el triunfo de su colega ideológico brasileño en la segunda vuelta electoral del domingo, señalando que se ha puesto "un dique a los que promueven el odio y la violencia".

"Gracias al pueblo de Brasil por haberle puesto un dique a los que promueven el odio y la violencia. Desde todas las trincheras posibles debemos cuidar a América Latina como territorio de democracia y de paz. Fuerza y sabiduría para Lula da Silva", escribió la excandidata presidencial en su cuenta de Twitter. 

No obstante, Verónika Mendoza jamás ha escrito una línea en torno a Castillo, quien ha sido denunciado constitucionalmente por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, por el supuesto delito organización criminal y otros.