Economía

Minería peruana proyecta salto histórico en su aporte a la economía

Publicado el 12 de agosto de 2025

La minería peruana podría elevar su participación en el Producto Bruto Interno (PBI) nacional del actual 9% a cerca del 13% en los próximos años, impulsada por una cartera de 67 proyectos con una inversión estimada que supera los US$ 64.000 millones para este 2025, según un informe de la consultora Plusmining.

 

El documento destaca que la inyección de capital, 17% mayor que la registrada en 2024, confirma la resiliencia de la inversión minera en el país, aunque advierte que será clave superar retos sociales y regulatorios, además del avance de la minería ilegal.

 

Del total de proyectos en cartera, 36 corresponden a iniciativas de cobre, concentrando el 71% de la inversión estimada, equivalente a unos US$ 45.700 millones. Si todos se concretaran, la producción anual adicional de este mineral alcanzaría las 2,75 millones de toneladas, prácticamente duplicando la producción de cobre registrada en el país durante 2024. Según Andrés González, jefe de análisis de la industria minera de Plusmining, este impulso podría llevar al PBI minero a representar hasta el 18% del total nacional, considerando que el cobre constituye cerca del 70% del PBI minero.

 

Incluso en un escenario moderado, en el que solo se ejecute la mitad de la cartera, el impacto sería relevante: el PBI minero pasaría del 9% actual a alrededor del 13% del PBI nacional. Además del cobre, se prevén aumentos en la producción de oro, hierro, zinc, plata y fosfatos, lo que reforzaría la posición del país en varios mercados internacionales de minerales, aunque no necesariamente recuperaría el segundo lugar mundial en producción de cobre, actualmente en manos de la República Democrática del Congo.

 

No obstante, la materialización de estos proyectos enfrenta obstáculos significativos. Varios están condicionados por conflictos sociales con comunidades locales, retrasos en la obtención de permisos y presencia de minería ilegal en zonas de interés. Casos emblemáticos como el proyecto Conga, paralizado desde 2011 por oposición ambiental, reflejan la complejidad del panorama. Además, más de la mitad de la cartera se encuentra en etapas tempranas de desarrollo, como prefactibilidad o conceptual, lo que incrementa la incertidumbre sobre su ejecución.

 

González advirtió que, aunque la alta proporción de proyectos en fases iniciales evidencia dinamismo y nuevas oportunidades, también plantea mayores riesgos en comparación con países de tradición minera más consolidada como Chile, donde la mayoría de proyectos se encuentra en fases avanzadas. En este contexto, el potencial de crecimiento de la minería peruana dependerá no solo del capital disponible, sino también de la capacidad del Estado y las empresas para gestionar conflictos, agilizar trámites y asegurar un entorno propicio para la inversión sostenible.

 

 

 

Fuente: CanalB

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