El constante aumento de precios en los alimentos viene ocasionando pérdidas en el sector restaurantes, que además se ven afectados por el aumento de la remuneración mínima vital.

Esto ha ocasionado que la oferta al público se vea encarecida, pero el incremento de los precios de los platos no es de gran ayuda porque con ello hay un menor número de pedidos y un menor número de comensales.

Es así como se ha afectado un 20 % del total de ventas, también porque las cartas se han visto reducidas por la escasez de algunos insumos que no han podido ser reemplazados por otros más económicos.

El día de inmovilización decretado a última hora por el presidente también perjudicó en gran medida a los restaurantes, sobre todo a los más pequeños, que por su naturaleza compran insumos de manera diaria y el pasado 5 de abril se vieron en la obligación de desechar muchos de estos.