Política

Líderes vs. Incapaces, por Juan Carlos Suttor

Publicado el 22 de junio de 2022

Hace poco más de una semana los peruanos vivimos y sufrimos la decepción de no clasificar a la Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022, después del repechaje contra la selección de Australia. Si jugamos bien o mal no importa, quedamos fuera por penales y eso, en mi experiencia y que no viene al caso, es una timba, es como jugar a los dados. Solo diré que quienes hemos pateado penales vemos el arco enano y quienes hemos tenido que fungir de arqueros para tapar penales, lo vemos enorme.


Lo positivo de no haber clasificado, siempre dentro del ámbito político, es que el ignorante de Pedro Castillo y su banda de delincuentes, perdieron un gran balón de oxígeno que hubieran utilizado como buenos populistas que son, para seguir engañando al país.


Las comparaciones pueden ser odiosas, pero siempre serán útiles y necesarias para comprender la realidad.


Fue en el año 2015, cuando comenzó a trabajar esa maravillosa dupla, Ricardo Gareca y Juan Carlos Oblitas, dos personas decentes e intachables sin ninguna duda. Como bien mencionó en un artículo en el diario El Comercio, el periodista Mauro Saldaña, ellos lograron crear una burbuja dentro de una realidad política y deportiva, absolutamente negativa para logar resultados positivos.


En estos siete años, meses más, meses menos, esta dupla, a pesar de las pésimas condiciones en las que tuvieron que trabajar, que pasan por un vergonzoso torneo de Primera División (hoy llamado Liga 1), dos presidentes de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo y Agustín Lozano, de muy dudosa reputación, envueltos ambos en problemas judiciales, la falta de infraestructura deportiva, pobrísimo trabajo en las divisiones inferiores, así como con los menores, entre otros.


A pesar de ello, Oblitas, Gareca, todo el equipo técnico y nuestros seleccionados, lograron en este tiempo, un 3er puesto en Copa América (2021), una final en Copa América (2019), haber clasificado al Mundial de Rusia 2018, 15 partidos invictos y haber estado al borde clasificar a Qatar 2022.


Mientras este sólido equipo hacía lo suyo, los peruanos pasamos por seis gobiernos (Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti y Pedro Castillo), un presidente, Alejandro Toledo, en proceso de extradición, cuatro Congresos, los casos Lava Jato, los Cuellos Blancos del Puerto, las acusaciones contra el lagarto Martín Vizcarra, la pandemia del COVID-19, un sistema de justicia podrido, un aparato estatal absolutamente corrupto desde la A hasta la Z y finalmente pero no menos importante, el desgobierno del incapaz Pedro Castillo, hoy investigado por corrupción.


Mi admiración y respeto a todo este equipo de profesionales que tan bien nos representó dejando en alto el nombre de Perú y mi desprecio a todos los cochinos políticos que solo piensan en sus intereses personales (ellos y nosotros sabemos quiénes son), así como a los funcionarios públicos y privados corruptos.


Para terminar, mi respeto a mi medio paisano Luis Advíncula (mi madre nació en Chincha), quien, apenado y tal vez avergonzado después de fallar un penal, lo que le pasa a cualquiera, tuvo la capacidad de renuncia, pero todos lo queremos en nuestra selección.


La capacidad de renuncia se tiene cuando uno es decente y eso es lo que se esperaría de Pedro Castillo y toda su banda. Pero sabemos que no son decentes, son delincuentes.


Ojalá se diera un proceso más con esa dupla Juan Carlos Oblitas y Ricardo Gareca. Ellos son un ejemplo para todos los peruanos.


Escrito por Juan Carlos Suttor
Director de la Asociación Iberoamericana para el Desarrollo, Libertad y Democracia
AIDLD

 

 

 

Fuente: CanalB

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