Por Miguel Lagos, publicado en Expreso
Faltaría espacio aquí para dar cuenta de los detalles y los múltiples procesos por corrupción en los que está inmerso el "centrista" impune expresidente Martín Vizcarra. Como suele ocurrir en el escenario peruano, las jugosas licitaciones públicas son el móvil de mucho de lo que ocurre en la política en ruta de descomposición. La vieja frase es que "la corrupción es transversal a todo el espectro" político e ideológico: izquierdas, centros y derechas. Y como se sabe, esto no excluye a los gobiernos subnacionales donde los pillos regionales y municipales compiten con los capitalinos por llenarse los bolsillos convirtiendo el Estado en un botín.
Los desaguisados en torno a Vizcarra y sus cómplices ministeriales, políticos, burocráticos y empresariales son abrumadores. Tanto como gobernador regional y como presidente. Los testimonios directos y pruebas (incluyendo chats de Whatsapp y otros) acusan coimas por millones de soles. Lo sorprendente es que su impunidad se ha prolongado sospechosamente. Aunque la cosa ya se le va complicando ante lo evidente. Judicialmente pues, Vizcarra (que además fue elevado a la categoría de "presidente de la crisis" por la "politología" activista durante la pandemia) va hundiéndose en el fango con cada vez menos fuerza para impedirlo. No obstante sus tentáculos aún son largos en el sistema judicial, en la prensa que lo respaldó en pared con ciertos reciclados competidores políticos actuales y ciertos empresarios mercantilistas que muy tibiamente hablan hoy sobre su exaliado.
Las preguntas de fondo también surgen en la dimensión política donde los efectos no son menores. Es decir, en el juego de poder que ha caracterizado el sistema de tensiones peruano de al menos los últimos nueve años; desde que Vizcarra puso un pie en Palacio de Gobierno enganchado a un ingenuo PPK. Por ejemplo, ¿qué factura, qué costo político tendrá que asumir ante la ciudadanía y el electorado la coalición 'caviar' que le dio abierto y encubierto soporte? ¿Qué responsabilidad le toca el sector de periodistas, encuestadores, chuponeadores policías, oenegeros y fiscales politizados que jugaron a su favor persiguiendo a sus odiados antagonistas (la venganza siniestra contra Alan García y el encarcelamiento publicitario de Keiko Fujimori entre ellos)?
Lo que también hace enorme ruido es cómo a estas alturas continúa impune, suelto, tiktokeando y entrevistado por "influencers" haciéndole campaña política obviando su actual inhabilitación. Y aquí otra interrogante central que crece entre las calientes redes sociales y una población que se va cansando del doble rasero y la selectiva "lucha anticorrupción": ¿qué hubiese pasado ya con Vizcarra si se apellidara "Martín Fujimori" o "Martín García Pérez" o "Martín López Aliaga"? Pues que hace tiempo lo habrían allanado a combazos en su casa, enmarrocado, con chaleco de "detenido" y encarcelado. No tenga usted, estimado lector, ninguna duda al respecto.
Fuente: CanalB
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