El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó con el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman un acuerdo estratégico de gran envergadura que incluye la venta de un paquete de armas por 142.000 millones de dólares. Esta transacción forma parte de un memorando de entendimiento más amplio que involucra inversiones sauditas por 600.000 millones de dólares en territorio estadounidense.
La ceremonia de firma se llevó a cabo en la Corte Real de Riad y marca el inicio de una gira presidencial por el Golfo que también contempla visitas a Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
El pacto fue calificado por la Casa Blanca como “el mayor acuerdo de cooperación en defensa en la historia de Estados Unidos” y representa una apuesta geopolítica y económica significativa para ambas naciones. El presidente Trump subrayó la importancia del fortalecimiento de las relaciones bilaterales, destacando la capacidad de la industria militar estadounidense y la creación de nuevos empleos como resultados esperados. Durante el Foro de Inversión Estados Unidos-Arabia Saudita, el príncipe heredero saudita anunció que la segunda fase de acuerdos incluso podría elevar el monto total de inversión..
La visita del mandatario estadounidense coincide con un renovado impulso de Arabia Saudita por proyectarse como un centro de negocios internacionales. La imagen del príncipe heredero saludando a líderes empresariales como Elon Musk y Sam Altman ha sustituido en la prensa internacional a la controversia por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018. Paralelamente, el reino busca avanzar en la pacificación del conflicto en Yemen y en la distensión con Irán.
Trump llegó a Riad acompañado de influyentes figuras del sector empresarial estadounidense, entre ellos los CEO de BlackRock y Blackstone, así como el secretario del Tesoro Scott Bessent. A su llegada, el avión presidencial fue escoltado por cazas F-15 sauditas, en una muestra de la importancia simbólica del viaje. El mandatario se alojó en la Terminal Real del aeropuerto y fue recibido con honores por “MBS”, el líder de facto del reino.
Este viaje marca también la primera visita internacional de Trump en su segundo mandato, repitiendo la elección de Arabia Saudita como su primer destino en política exterior, tal como hizo en 2017. El gobierno estadounidense ha aprovechado el contexto para anunciar progresos diplomáticos clave, incluyendo un alto el fuego entre India y Pakistán, y avances en las negociaciones nucleares con Irán.
La escala en Arabia Saudita refuerza la percepción de un realineamiento estratégico entre Estados Unidos y los países del Golfo. Lejos de priorizar alianzas tradicionales en Europa, Trump ha enfocado su diplomacia en regiones con gran potencial energético y económico. Según empresarios sauditas, el apoyo al presidente republicano se explica por su visión pragmática sobre el uso continuo de combustibles fósiles, al margen de las presiones ambientales internacionales.
Fuente: CanalB
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