El expresidente Nicolas Sarkozy se convirtió en el primer exmandatario de Francia en ingresar a prisión, tras ser condenado a cinco años por conspirar para financiar su campaña electoral con dinero del fallecido líder libio Muamar el Gadafi. Es el primer caso de encarcelamiento de un exjefe de Estado francés desde Philippe Pétain, quien fue condenado por traición en 1945.
Sarkozy, de 70 años, fue trasladado a la prisión de La Santé, ubicada en el distrito de Montparnasse, donde ocupará una celda individual de nueve metros cuadrados en el área de aislamiento.
Alrededor de un centenar de simpatizantes acudieron a despedirlo frente a su vivienda en el distrito 16 de París. El exmandatario salió acompañado de su esposa, la cantante y exmodelo Carla Bruni-Sarkozy, mientras decenas de personas aplaudían en señal de apoyo. Sus hijos también expresaron mensajes públicos: Louis pidió a sus seguidores “mostrar respaldo”, mientras Pierre solicitó únicamente “enviar amor”. En redes sociales, Sarkozy reiteró su inocencia: “No es a un expresidente a quien están encarcelando, sino a un hombre inocente. La verdad triunfará, aunque el precio sea abrumador”.
El exjefe de Estado, que gobernó entre 2007 y 2012, fue condenado por su papel en la presunta recepción de millones de euros provenientes del régimen libio para su campaña. Aunque fue absuelto de haber recibido el dinero personalmente, la justicia francesa lo halló culpable de asociación ilícita junto con dos de sus colaboradores más cercanos, Brice Hortefeux y Claude Guéant. Ambos habrían mantenido reuniones con altos funcionarios libios en 2005, organizadas por el intermediario franco-libanés Ziad Tiakeddine, fallecido poco antes de la sentencia.
Sarkozy, recluido en una celda equipada con baño, ducha, escritorio y televisor, tendrá una hora diaria de ejercicio en solitario. El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, anunció que visitará la prisión como parte de su deber institucional de garantizar el buen trato y la seguridad del exmandatario. Por su parte, el presidente Emmanuel Macron reconoció haber recibido a Sarkozy días antes de su encarcelamiento, señalando que “a nivel humano, era normal recibir a uno de mis predecesores en un momento tan difícil”.
Antes de su ingreso a prisión, el exmandatario ofreció entrevistas a diversos medios, donde insistió en que no teme al encierro y que mantendrá “la cabeza en alto”. En declaraciones a La Tribune, sostuvo que su encarcelamiento representa una “humillación para Francia” y reafirmó que enfrentará la situación con dignidad. “No quiero ningún trato especial, pero el principio de justicia ha sido traicionado”, afirmó.
El expresidente, que presentó recurso de apelación, seguirá siendo considerado inocente hasta que el fallo quede firme. Al ingresar en prisión, reveló que solo llevó consigo dos libros: una biografía de Jesús y El conde de Montecristo, la historia de un hombre condenado injustamente que busca redimirse. “Es una elección simbólica”, dijo. “Ambas lecturas me recordarán que la fe y la perseverancia pueden superar incluso las paredes más gruesas”.
Fuente: CanalB
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