Opinión

Mocos por babas; por Juan Carlos Suttor

Publicado el 13 de octubre de 2025

Por Juan Carlos Suttor, publicado en el blog Sin Pelos en la Lengua


Fueron pocas las horas que pasaron entre el atentado terrorista que se hizo contra el precandidato Phillip Butters en Puno y el otro atentado terrorista ocurrido en el Círculo Militar de Chorrillos, una sede militar desguarnecida, luego de un ataque a balazos producido en un concierto del grupo musical Agua Marina y que dejó a cinco heridos. Estos hechos y no los asesinatos diarios de transportistas, que al gobierno no le importaban, fueron la cereza de la torta para que en el Congreso de la República proliferaran las mociones de vacancia contra la presidente Dina Boluarte. En la tarde del jueves era evidente que había, de sobra, los votos suficientes para echarla del cargo.

 

Era el momento perfecto para que los partidos de derecha y centro como Fuerza Popular (FP) y Alianza para el Progreso (APP), entre otros menores, decidan retirar el apoyo a una presidente incapaz, frívola, desconectada del país y rodeada de impresentables. El oportunismo electorero, a seis meses de las elecciones presidenciales, fue más que evidente.

 

Al día siguiente creo que no asesinaron a ningún transportista, pero intentaron atentar contra la vida del precandidato Rafael López Aliaga.

 

Es decir, un Congreso completamente desprestigiado, plagado de “niños”, “mochasueldos”, fiesteros, viajeritos con nuestro dinero, pillos, delincuentes, matones y oportunistas apareció como el gran fiscalizador, declaró la vacancia por incapacidad moral de Boluarte, con 121 sobre 121 votos, declarándose administradores de la moral del país.

 

Si la vacancia exprés fue constitucional o no (a mi me parece que no), es algo que lo determinará la justicia en su momento.

 

Y entonces el Perú cambió mocos por babas y ahora el presidente encargado es un sujeto llamado José Jerí, de 38 años, accesitario del lagarto Martín Vizcarra, con serios cuestionamientos morales y profesionales, y que en el Congreso no ha destacado precisamente por sus iniciativas legislativas o de fiscalización.

 

Este señor fue elegido presidente del Congreso gracias a todas las cuchipiondas, amarres y cochinos negociados (no negociaciones) que se dan en la sede de la Plaza Bolívar.

 

Apreciado lector, ¿cree usted que este individuo, en los poco más de 9 meses que tendrá como encargado de la presidencia resolverá o disminuirá, aunque sea en algo, el problema de la delincuencia, la extorsión o el sicariato? ¿O será que cuando haya un muerto más por extorsión, lo vacarán?  La respuesta es más que evidente.

 

Al momento de terminar este artículo han transcurrido poco más de 72 horas y el inexperto presidente interino aún no ha sido capaz de conformar un gabinete de ministros, un tema vital para su gestión. ¿Será que no le parece algo prioritario y prefiere hacer un show tipo Nayib Bukele paseándose por diferentes cárceles? ¿Será que no tiene ninguna capacidad de convocatoria? ¿Será que a nadie le interesa formar parte de su gabinete? A este paso lo más probable es que los partidos políticos que vacaron a Dina Boluarte sean los que impongan a los nuevos ministros.

 

En el año 2020 el señor Manuel Merino, en las mismas circunstancias que la actual, conformó un gabinete extraordinario presidido por el señor Ántero Flores-Aráoz y que desgraciadamente duró solo cinco días debido a la acción organizada y perversa de la izquierda, que utilizó a jóvenes idiotas e ignorantes —la Generación del Bicentenario— para hacer manifestaciones y causar desmanes que ocasionaron la renuncia de Merino.

 

Se vienen días muy difíciles, especialmente este miércoles 15 de octubre, en el cual seguramente habrá mucha violencia, siguiendo los planes siempre bien organizados por la izquierda perversa, que esta vez cambió de títeres. Ya no será la Generación del Bicentenario, será la Generación Z, otro montón de vagos sin ningún tipo de futuro.

 

Depende pues, de la fortaleza que pueda mostrar nuestro débil presidente encargado, de su Consejo de Ministros y de nuestras fuerzas del orden, para poder superar esta coyuntura complicada para llegar a buen puerto el 28 de julio de 2026.

 

Como decía mi amigo César Campos en su último artículo en el diario Expreso: "Preparémonos. Todavía no hemos visto lo peor".

 

 

 

Fuente: CanalB

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