El primer ministro británico, Keir Starmer, aseguró que la intervención del presidente estadounidense Donald Trump ha abierto una oportunidad «viable» para lograr un alto al fuego en Ucrania. En vísperas de la cumbre entre Trump y Vladimir Putin, que se celebrará el viernes en Alaska, el mandatario británico señaló que “nunca habíamos estado tan cerca de una solución real” para detener el conflicto que se prolonga desde 2022.

El presidente francés, Emmanuel Macron, coincidió en que la “voluntad de Estados Unidos es obtener un cese al fuego” y afirmó que Trump se comprometió a garantizarlo durante una reunión virtual con líderes europeos.

Desde su residencia oficial en el sur de Francia, Macron recalcó que cualquier negociación territorial corresponde únicamente al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien participó en la videoconferencia junto al canciller alemán Friedrich Merz.

Starmer calificó la cumbre de Alaska como un “momento crucial” y subrayó que la presencia de Trump podría encaminar un eventual encuentro trilateral con Putin y Zelenski. Según Macron, la expectativa es que esta reunión pueda celebrarse en Europa, en un país neutral aceptado por todas las partes. Para los europeos, la mediación estadounidense podría marcar un giro significativo tras más de tres años de combates.

Sin embargo, persisten fuertes temores en el continente sobre un posible acuerdo de intercambio territorial. Rusia exige la cesión de cuatro regiones parcialmente ocupadas —Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón— además de Crimea, anexada en 2014, y que Ucrania renuncie a unirse a la OTAN y a recibir armas occidentales. Kiev considera estas condiciones inaceptables y mantiene como prioridad la retirada de las tropas rusas, junto con garantías de seguridad de sus aliados europeos y el suministro de armamento.