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EL REPORTE: ¿El amigo secreto?

Publicado el 10 de junio de 2022

Los NN en Perú son últimamente un producto de alta demanda para los gobiernos que creen que la inmunidad es una licencia para delinquir. Primero fue Pedro Castillo y su rol de intermediario para las intenciones siniestras de Vladimir Cerrón. Luego, en su entorno inmediato, afloraron más como Bruno Pacheco o el mismo Zamir Villaverde, este último operador político que prefirió inmolarse para desmantelar la presunta red de corrupción en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). A esta lista ahora se suma César Ortiz Leandro Inocencio, un huanuqueño que denunció hace poco por sedición a la presidenta del Congreso María del Carmen Alva y que tiene una fuerte predilección por la bancada oficialista Perú Libre, si es que aún lo es.


No sabemos si a César Ortiz le dieron cien grandes. Lo que sabemos es que estuvo a punto de desoxigenarse por los audios filtrados de la líder de la Mesa Directiva del Congreso y lo que queremos saber es si lo hizo gratuitamente o no. Para desentrañar esto hay una ruta.


Partamos desde el material auditivo proliferado a inicios de junio, justo a unos días, el lunes 13, de que el mandatario deba ir a la Fiscalía para responder por el caso Puente Tarata III. En estos audios, Alva, de Acción Popular, expone su rechazo al gobierno actual y su disposición para unirse a la movida vacancial, que hasta el momento ya tuvo dos intentos fallidos. Entre otros detalles, como hacer un símil de cómo se provocó la dimisión de Merino —”¡Por presión de la calle!”—, podemos sintetizar la transcripción a una frase: “nosotros vamos a sacar al presidente”.


Legal o no, hay razones para enervarse contra el panorama político interno, y sobre todo cuando este, como si fuese algo situación memorable, migra con Boluarte, también con un pie y medio afuera del gobierno, y Castillo que incluso se abanderan con discursos que dejan a Perú como una caricatura. Por otro lado, también están los que se irritan porque creen que el gobierno está encarrilado —en medio de llamas— y así deciden encarar a los opositores. Este es el caso de César Ortiz, quien el 8 de junio denunció ante la Fiscalía a la presidenta del Congreso por los cargos de “conspiración para una rebelión, sedición o motín”.


¿Pero quién es César Ortiz? Este personaje después de la denuncia no solo había compartido su cuota de supuesto patriotismo, sino que también se expuso a dejar el anonimato. De acuerdo al registro de visitas de Palacio de Gobierno, el nuevo enemigo de Alva había estado en este lugar para, según lo detallado, una reunión de trabajo en la Oficina de Apoyo al Cónyuge del presidente de la República. Así haya entrado solo para repartir víveres, igual se acrecenta la sospecha de una posible complicidad. La casa de Pizarro hace rato que ha sido profanada. Y para poner la cereza, Ortiz tiene foto con dirigentes y exmiembros de Perú Libre, de este último grupo tiene una instantánea, por ejemplo, con Dina Boluarte.


Mientras Castillo sigue en Estados Unidos con un ojo en la Cumbre de las Américas y otro en Perú, sus defensores, directos e indirectos —como Estela León a quien le rechazaron el habeas corpus a favor del presidente por el presunto delito de traición a la patria, siguen moviendo los hilos para purgarlo del mal que procreó. ¿Cuántos amigos secretos más saldrán a la batalla?

 


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Fuente: CanalB

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