El Reporte

EL REPORTE: El albedrío chotano

Publicado el 08 de julio de 2022

El entorno más íntimo de Pedro Castillo entró en su propio limbo. Después de conocerse el posible tráfico de influencias de su cuñada Yenifer Paredes, ahora la primera dama Lilia Paredes deberá responder ante el Ministerio Público por este cargo contra su hermana menor. En esta investigación también se ha expuesto a los otros nombres de este engranaje chotano, Hugo Espino Lucana y César Castillo. El primero, respectivamente, que es muy amigo de la familia del presidente, no solo estaba a punto de ganar otra licitación millonaria con el Estado, sino que forjó una empresa que roza lo fantasmagórico: no tiene accionistas ni personal administrativo. Incluso su dirección fiscal es una suerte de deja vu en la capital. Este caso sería la antesala a otra red de corrupción, una tejida desde Chota, la ciudad natal del jefe de Estado.


El último domingo 3 de junio el caso se puso sobre la mesa. Se difundieron dos videos de Yenifer Paredes del 16 septiembre de 2021. En ambos está coordinando un proyecto de agua y saneamiento en el centro poblado cajamarquino La Succha. Por autopercibirse como una funcionaria del Estado, cuando no lo es, la Fiscalía le abrió una investigación preliminar por tráfico de influencias. La grabación, sin embargo, también fue un atajo a otro detalle. Paredes estaba con un chaleco de JJM Espino Ingeniería & Construcción. Esta constructora, que iba a estar a cargo del proyecto que estaba prometiendo y que ya había ganado anteriormente una licitación con el Estado por más de 3 millones de soles, tiene como gerente general a Hugo Jhony Espino Lucana. Este personaje es amiguísimo de la familia Castillo, a tal punto que participó en la graduación de la hermana menor de Lilia Paredes.


Respecto a esta empresa, se han revelado detalles que pondrían en duda incluso a su propia existencia. Desde el 23 septiembre de 2019, fecha en la que fue fundada, hasta hoy tiene solo registrado un trabajador: Hugo Espina Lucana. El joven y multifacético empresario no tiene accionistas, personal administrativo y tampoco secretaría ni teléfono. Pero eso sí. Tiene un domicilio fiscal en Breña, a tan solo seis cuadras del controversial edificio Sarratea, donde Pedro Castillo mostró su filia por el exceso de privacidad y su entonces inquebrantable amistad con Karelim López, ahora colaboradora eficaz contra su gestión.


El otro personaje que también estaría metido en este juego siniestro es César Castillo, alcalde del distrital de Chadín. De acuerdo a este burgomaestre, Castillo estaba al tanto del proyecto en su localidad, la que tiempo después trató de encaminar Yenifer Paredes.

 Cuenta que la hija no biológica del mandatario le recomendó la empresa de Hugo Espino. El perfil técnico del proyecto lo valorizaron en cerca de 7 millones de soles. Sin embargo, cuenta que nunca volvió, a pesar de que se hizo hasta el empadronamiento.


Respecto a este caso, no solo Lilia Paredes debe dar sus descargo, sino también el mismo presidente. Pero ya lo hemos acostumbrado a escapar de la prensa, a estigmatizarla y a inyectar un encono visceral contra la información.

 


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Fuente: CanalB

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