El Reporte

Carta a la generación del Bicentenario

Publicado el 04 de noviembre de 2022

Fuente: EL REPORTE


Estimada Generación del Bicentenario,


Han pasado ya casi dos años desde su gesta. Salieron a marchar masivamente con indignación, pero también con alegría. Los dos muertos y los múltiples heridos al final trajeron tristeza y una mayor necesidad de reivindicación. Ustedes presionaron al gobierno como pocas veces se ha visto en la historia. Incluso, lo hicieron renunciar.


Expresaron la voz de un Perú juvenil que ya tenía demasiado con la crisis sanitaria como para que los políticos nos hundan en su politiquería, en sus luchas intestinas y egoístas por el poder.


A pesar de que muchos los denostaron, desde este espacio nos queda claro que tenían un fin altruista. Ustedes eran grupo amplio de jóvenes de clase alta y media, en acción de protesta y con la urgencia de manifestarse, de enfrentar a lo que veían como autoritarismo, en pos de defender la democracia. Todo esto meses antes del Bicentenario de nuestra patria, en medio de una dura situación social. Por ello, la socióloga Noelia Chávez los bautizó como la Generación del Bicentenario.


El discurso político a finales del 2020 fue polarizado. Un amplio grupo de la ciudadanía y medios de comunicación llenó de expectativas su actuación en las marchas contra Merino. Señalaban que serían un actor duradero y renovador de la política peruana, una manifestación de cómo avanzaba la democracia en el Perú y de cómo, tras la despolitización de la sociedad ocasionada por el “neoliberalismo ultra individualista”, la acción colectiva democrática resurgía. La Generación del Bicentenario no solo expectoró a Merino, si no que simbolizaba el fin del paradigma político-económico neoliberal imperante, que había fracasado más que nunca en vista de los resultados de la gestión sobre la pandemia.


Por otra parte, otro sector expresó que, por el contrario, eran jóvenes azuzados por las estrategias de control sobre la opinión pública que había generado el vizcarrismo. El binomio de la supremacía en la prensa del establishment, junto a una sobreexposición de sus representantes en redes sociales, había generado un discurso imperante y hegemónico en contra de Merino y a favor de Vizcarra. Ese grupo de poder, decía el sector que respaldó a Merino, pastoreó a la juventud en contra de Merino, que no era ningún demonio, si no más bien un señor que ocasionalmente le tocó sustituir al corrupto y mafioso de Vizcarra. Este sector los llamó la Generación Equivocada, dado que su inexperiencia los había llevado a luchar contra molinos de viento creados por el vizcarrismo.
 

Hoy, el panorama político es completamente diferente. De hecho, la velocidad de los cambios políticos a los que nuestro sistema nos expone es apabullante. Nos encontramos ante un presidente corrupto y autoritario; con siete carpetas fiscales abiertas; que le mintió a la Fiscalía; con sus colaboradores cercanos fugados; con una tesis plagiada; con constantes ataques contra la libertad de expresión y la ciudadanía; que no da entrevistas; con una campaña posiblemente financiada con dinero oscuro; que puso ministros vinculados al senderismo; que crea grupos paramilitares con asesinos; que ha copado al Estado de inexpertos que han destruido las políticas públicas; un presidente que, hasta el momento, no ha propuesto ni una política pública —ni de izquierda ni de derecha ni de nada— para los jóvenes; entre otras muchas lamentables acciones u omisiones que nos adentran en una crisis político-económica sin precedentes.


Y la Generación del Bicentenario no se ha manifestado.
 

Penosamente, pareciera que quienes tenían la idea de que eran jóvenes azuzados por la estrategia vizcarrista tenían la razón. Tenemos un presidente mucho más corrupto y problemático que Merino, que de lejos ha desperdiciado su legitimidad de origen y ya debería concitar, al menos, graves protestas por la forma en la que administra nuestro país.
 

Si la Generación del Bicentenario no se comienza a manifestar le estarían dando la razón a sus detractores. Sin embargo, desde este espacio, creemos que aún pueden despertar.
 

Creemos también que si no han salido a manifestarse es porque no les gustan los actores convocantes de las marchas, que pueden estar relacionados con el conservadurismo “viejolesbiano” contra el que luchaban. Aún así, si ustedes no marcharon a favor de Vizcarra, no deberían tener problemas de acompañar en la manifestación a grupos diferentes al de ustedes. En democracia debemos coexistir diferentes grupos, pero jamás con el autoritarismo y la corrupción. Y, además, el panorama político es completamente diferente al de hace dos años. Hoy la amenaza es mayor.


Ustedes, Generación del Bicentenario, pueden reivindicar su rol histórico y a sus muertos. Pueden ayudar a crear un mejor Perú. Deben volver a manifestarse, volver a la acción colectiva en contra del autoritarismo y la corrupción. Deben luchar por su futuro y demostrar que no fueron un invento de una semana.


En la historia del Perú hubo otros grupos similares que lograron institucionalizarse. Están los jóvenes del Centenario anti-Leguía, los jóvenes revolucionarios que forjaron el APRA en 1931, entre otros. Internacionalmente, están los jóvenes del mayo del 68´. Ellos significaron algo que iba mucho más que una marcha. Fueron una generación.
 

Nuestro Bicentenario merece de una mejor clase política, de izquierda, centro y derecha. Este país es nuestro y debemos dar hasta el último cartucho, como decía el héroe Bolognesi. Los chilenos no deben estar antes de Piérola, como así los conservadores no deben ser el enemigo primordial antes que los autoritarios.


La Generación del Bicentenario debe ser partícipe de una gran transición política, de la generación de nuevos partidos y de la creación de una verdaderamente nueva forma de hacer política en el Perú. Esta situación, que por el momento parece idílica, pasa por una salida de este gobierno y por su participación en ella.


Para finalizar queremos invocar a un revolucionario histórico peruano quien, tras la destrucción nacional que supuso la Guerra del Pacífico, dijo:


“¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!”, Manuel Gonzáles Prada.


Generación del Bicentenario, este es su momento. Salgan a marchar mañana, pasado, todos los días hasta que sus ideales se cristalicen.


Es hora de luchar y de ponerse a la obra.


Atentamente,
Los jóvenes que escriben el diario El Reporte.

 


Suscríbete por whatsapp a las noticias gratuitas de EL REPORTE haciendo clic aquí:
https://chat.whatsapp.com/BvB6pfYnxz65v8IiDk5bvW

 

 

 

Fuente: CanalB

Noticias relacionadas

Escribe un comentarios
Últimas publicaciones