La salida de Hernando de Soto del partido Progresemos ha dejado a la luz profundas discrepancias internas, especialmente entre el economista y el presidente de la agrupación, Paul Jaimes. A pocas horas de oficializar su renuncia, Jaimes rompió el silencio y declaró que De Soto pretendía tomar el control total del partido, algo que fue rechazado de plano. “Los que se quieran ir con Hernando de Soto, que se vayan”, afirmó de forma categórica.

Según relató Jaimes, la última conversación con el exprecandidato presidencial se dio la noche del miércoles, solo dos horas antes del anuncio público de renuncia. La reunión, que se llevó a cabo en la casa de De Soto, terminó sin acuerdo. El economista exigía que se cumpliera un supuesto compromiso firmado en 2024 que lo colocaría al frente de la Comisión Política del partido, lo cual, según el dirigente, equivaldría en los hechos a liderar la organización. Para Jaimes, dicho documento no tenía valor vinculante.

En su carta de renuncia, De Soto adelantó que buscará llevarse a varios precandidatos del partido con el fin de formar una nueva alianza política. La respuesta no tardó en llegar. Progresemos emitió un comunicado en el que niega haber traicionado al economista y defiende el derecho de cualquier miembro a irse, siempre que lo haga con responsabilidad y sin desinformar.

“Respetamos la libertad de conciencia, pero también exigimos coherencia”, se lee en el documento enviado por el partido. Además, recalcaron que no responderán agravios ni entrarán en disputas personales. “Nosotros no estamos aquí para peleas personales, sino para transformar el país”, concluye el pronunciamiento.