Frente al alarmante surgimiento masivo de nuevos casos de COVID-19 por la variante ómicron, el presidente norteamericano, Joe Biden se dirigió a la nación desde la Casa Blanca. 

El mandatario empezó su mensaje diferenciando la situación actual de la del inicio de la pandemia en marzo de 2020 y señalando que en la actualidad existen vacunas, tratamientos y equipo médico vital. Asimismo, insistió en que no habrá necesidad de cuarentenas y que no es momento de entrar en pánico sino de mantenerse alerta.

“No estamos volviendo a marzo de 2020. Hay 3 grandes diferencias entre lo que vivimos al comienzo de la pandemia y ahora. Para empezar, más de 200 millones de ciudadanos norteamericanos han sido vacunados completamente. En marzo de 2020, no había ni un solo ciudadano vacunado. En segundo lugar, estamos preparados para lo que pueda venir. Contamos con los suficientes balones de oxígeno, mascarillas y ventiladores para tratar a las personas hospitalizadas que no estén vacunadas completamente y se vean infectadas. Y, en tercer lugar, hoy en día sabemos mucho más sobre el COVID-19 de lo que sabíamos en marzo del 2020, y eso nos permite tomar medidas más adecuadas”, aseguró Biden.

Al respecto, el presidente de los Estados Unidos, dio a conocer las nuevas medidas a implementar por su gestión para combatir los contagios masivos y evitar abrumar el sistema hospitalario. Ordenó al secretario de Defensa preparar mil profesionales médicos militares para ayudar donde fuera necesario; anunció nuevos sitios de vacunación y pruebas; y aseguró que su administración estaba comprando 500 millones de pruebas rápidas para distribuirlas gratuitamente. 

Finalmente, Biden instó a los ciudadanos no vacunados a vacunarse y a las personas vacunadas a recibir la dosis de refuerzo si son elegibles. Afirmó que los no vacunados tienen "un riesgo significativamente mayor de terminar en el hospital o incluso de morir".