Maricarmen Alva se ha convertido en la presidenta del Congreso cuya desaprobación es la que más ha crecido tras sus primeros siete meses de gestión: inició con un 37 % y ahora es desaprobada por un 62 % de la ciudadanía según Ipsos.

Otros titulares del Legislativo que también vieron crecer su desaprobación de manera abrupta en los últimos veinte años fueron Ántero Flores Aráoz en 2004, que pasó de 28 % a 49 %, Daniel Abugattás en 2011, que pasó de 28 % a 45 %, Luz Salgado en 2016, que pasó de 26 % a 41 %, y Henry Pease en 2003, que pasó de 38 % a 53 %.

Entre los principales aspectos que se le critican a Alva es no haber podido construir una imagen dialogante ante la ciudadanía, de trabajo en conjunto con el Ejecutivo ni de fortalecimiento de vínculos entre bancadas.

Algunos de los nombres que suenan para su reemplazo en el mes de julio son los de los parlamentarios de Alianza para el Progreso, Roberto Chiabra y Gladys Echaíz, y el del congresista Carlos Anderson de Podemos.