Contra lo anticipado por las encuestas a pie de urna, el candidato euroescéptico Karol Nawrocki se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Polonia con un 50,89 % de los votos, superando por poco a Rafal Trzaskowski, representante de la Coalición Cívica.

El respaldo de Nawrocki por parte del partido Ley y Justicia (PiS) ha sido clave para consolidar esta victoria que marca un giro en la política del país.

La participación alcanzó un notable 71,63 %, con más de 21 millones de votos válidos emitidos. La diferencia final entre ambos aspirantes fue de apenas 369.452 sufragios, reflejando una contienda sumamente reñida y una polarización creciente entre el bloque nacionalista y el sector proeuropeo encabezado por el actual primer ministro, Donald Tusk.

Durante la jornada electoral, ambos candidatos mostraron confianza en la victoria. Trzaskowski incluso proclamó su triunfo en redes sociales antes del cierre oficial del conteo, mientras Nawrocki reafirmaba que su papel sería “salvar Polonia” de una gestión que considera perjudicial para los intereses nacionales. El resultado final revirtió las proyecciones iniciales y confirmó la tendencia al alza del discurso soberanista en el país.

Con esta victoria, Nawrocki sucederá a Andrzej Duda en la jefatura del Estado, manteniendo una línea política crítica hacia Bruselas y contraria a los planes de integración promovidos por Tusk. Se espera que esta nueva etapa en la Presidencia acentúe las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo en uno de los momentos más decisivos para el futuro político de Polonia dentro de la Unión Europea.