El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, lanzó un encendido discurso en la base de Quantico, Virginia, donde anunció una transformación profunda en las Fuerzas Armadas.

Ante cientos de generales y almirantes, criticó lo que denominó “décadas de decadencia” en el Pentágono y advirtió que ya no tolerará la presencia de “generales gordos” ni de tropas fuera de forma. Como parte de la reforma, todos los miembros del Ejército deberán pasar pruebas físicas estrictas y cumplir requisitos de talla y peso dos veces al año.

Durante su intervención, Hegseth señaló que la era de las políticas de “corrección política” y la cultura “woke” ha terminado en las Fuerzas Armadas. “No más oficinas de diversidad, equidad e inclusión, no más identidades de género ni cuotas raciales. La única misión de este Departamento de Guerra es la guerra”, declaró. El secretario aseguró que las tropas en roles de combate deberán cumplir con los estándares físicos más altos, sin distinción de género.

El funcionario también enfatizó que las políticas de promoción basadas en hitos simbólicos se reemplazarán por evaluaciones estrictamente vinculadas al mérito y a la preparación militar. “No quiero a mi hijo sirviendo bajo líderes que fueron promovidos por ser los primeros, pero no los mejores”, sostuvo. Añadió que cualquier militar en posiciones clave deberá demostrar competencia en armas, plataformas y tareas asignadas.

Hegseth anunció además una revisión total de los procesos de denuncias en el Ejército, que según él han sido utilizados de forma abusiva para frenar carreras o crear climas de temor. Indicó que se redefinirán conceptos como “liderazgo tóxico” o “bullying” para devolver autoridad a los instructores y restaurar métodos de entrenamiento más rígidos. “Si eso me hace tóxico, que así sea”, afirmó.

En su discurso, el secretario no descartó la posibilidad de un conflicto y ordenó a los altos mandos preparar a las tropas para la guerra. “Nadie quiere la guerra, todos amamos la paz, pero debemos estar listos para ganar si se nos desafía”, subrayó. Aseguró que los enemigos de Estados Unidos enfrentarán consecuencias severas si ponen a prueba el poder militar del país.

El evento, que contó con la presencia del expresidente Donald Trump, sirvió también para anunciar un plan de inversión de más de un billón de dólares en defensa para 2026. Trump respaldó las medidas de Hegseth, destacando que buscan restaurar el “espíritu guerrero” del Ejército y garantizar que la preparación bélica sea la prioridad absoluta de las Fuerzas Armadas.