Fuente: EL REPORTE
La alta esfera política activó una estrategia multifacética para defender al régimen de Pedro Castillo. Antes, durante y después de la denuncia constitucional de la fiscal de la Nación contra el mandatario, todos los frentes oficialistas apelaron a distintos recursos. Los abogados del congresista Guillermo Bermejo, Raúl Noblecilla y Ronald Atencio, denunciaron dos veces a la magistrada. La tercera denuncia la puso la ministra de Cultura, Bettsy Chávez. Desde el gabinete también se enarboló otra advertencia: el cierre del Congreso. Esto también viene siendo la excusa para azuzar a la ciudadanía. El ministro de Comercio Exterior, Roberto Sánchez, y el parlamentario de Perú Libre Pasión Dávila exigieron una marcha masiva para apoyar al mandatario. Y este último, pese a los graves indicios de corrupción en su contra, hizo una tácita declaración de guerra para conservar el poder: “Si tiene que correr mi sangre por la calle, lo voy a hacer”.
La movida oficialista arrancó el miércoles 5 de octubre. En esta fecha los abogados Raúl Noblecilla y Ronald Atencio —defensas legales del congresista Guillermo Bermejo— denunciaron penalmente a la fiscal de la Nación por los presuntos delitos de organización criminal, encubrimiento personal y obstrucción a la justicia. Luego, el 10 de octubre, parte de la secuencia, el parlamentario Bermejo presentó una denuncia constitucional contra la magistrada ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso. Su objetivo es la “suspensión e inhabilitación de la denunciada” y que se “emita opinión favorable de acusar”.
Así, con ese cargamontón desde el Ejecutivo, llegó el martes 11 de octubre, día en el que el Equipo Especial de Fiscales con apoyo de un destacamento policial impulsaron la Operación Valkiria II: allanaron domicilios y oficinas de los que integrarían el presunto brazo congresal de Palacio, ‘Los Niños’, y detuvieron a los que formarían parte del ‘Gabinete de las sombras’ del mandatario. La estocada llegó casi a las cinco de la tarde. A esa hora la líder de la Fiscalía dejó en la mesa de partes del Parlamento la denuncia constitucional contra el inquilino de la casa de Pizarro por tres supuestos delitos (organización criminal, tráfico de influencias agravado y colusión agravada) y por dos casos (Puente Tarata II y Petroperú). Esto remeció a la maquinaria chotana, que en ese momento estaba en la víspera de una conferencia de prensa por la redada matutina.
Además de marginar a la prensa local diciendo que los medios extranjeros pidieron “exclusividad” (lo cual fue desmentido por los mismos periodistas), la conferencia sirvió como tribuna para que el presidente insista en su inocencia, en que esto es una persecución política y para ratificar que dará la vida por su puesto, que fue un eco de lo que había dicho una hora antes en la explanada de Palacio: “Si tiene que correr mi sangre por la calle, lo voy a hacer”. En esta exposición también aprovechó el primer ministro para deslizar su licencia para usar el cierre del Congreso. “Nosotros vamos a hacer uso de todas las acciones que nos permite la ley, tanto los órganos internos, como organismos internacionales”, mencionó.
En simultáneo, el congresista Pasión Dávila, aprovechando una entrevista, exhortó a los 8 millones de peruanos que votaron por Pedro Castillo para salir a “marchar” en su defensa. Un día después, el 12 de octubre, el ministro de Comercio Exterior, Roberto Sánchez, hizo eco de esta propuesta. “Hoy hacemos un llamado a la movilización pacífica de todos los demócratas, hombres y mujeres del país, para defender el estado de Derecho”, apuntó. Y ese mismo 12 se presentaron dos denuncias más contra la fiscal. Una fue de carácter constitucional de parte de la ministra de Cultura, Betssy Chávez. Fue por una supuesta infracción a la Constitución Política del país, abuso de autoridad y prevaricato, y la otra de carácter penal, ¿Los autores? Otra vez los abogados Raúl Noblecilla y Ronald Atencio, también por la comisión de prevaricato. Y a todo esto, se suma la demanda de acción de amparo que presentó el presidente contra la Comisión de Fiscalización del Congreso para anular todas las investigaciones en su contra.
Lo más peligroso de este entrampamiento político son los personajes con aires de heroicidad. Además de los más de 2 millones de licenciados del Ejército que vendrían a Lima este lunes 17 de octubre para apoyar al presidente, también tenemos a Antauro Humala, quien ya dijo lo siguiente: “Los imbéciles del Congreso son los enemigos perfectos, más tarados no pueden ser. Gracias ineptos”.
¿Qué hará el Congreso? Mañana analizaremos el tema.
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Fuente: CanalB
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