La economía peruana enfrenta tiempos difíciles, y el impacto se está dejando sentir con fuerza en el sector restaurantes. Después de haber luchado contra los estragos de la pandemia de COVID-19, los restaurantes ahora se ven golpeados por una recesión económica que ha llevado a una caída significativa en sus ventas.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el subsector de restaurantes experimentó una contracción del 0.73% en agosto de este año. Esta disminución se atribuye al cierre de locales, la escasez de ciertos productos y el aumento de los precios de los alimentos. Categorías como pollerías, restaurantes turísticos, chifas, comidas rápidas, carnes y parrillas, comida italiana y café restaurantes han sufrido una menor demanda.

Blanca Chávez, presidenta del Comité de Restaurantes de la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora Perú), señala que las ventas en los restaurantes se han reducido hasta en un 40 %, debido a la menor afluencia de público y al bajo consumo. La situación es desafiante para los propietarios de estos establecimientos, ya que el poder adquisitivo de la población se ha visto seriamente afectado.

El impacto también se observa en las cevicherías, con ventas disminuyendo en un 35% en comparación con el año anterior, según Javier Vargas, presidente de la Asociación de Restaurantes Marinos y Afines del Perú (Armap). Vargas advierte que esta tendencia podría llevar al cierre de alrededor de 10,000 negocios para fin de año.