La Organización Mundial de la Salud reportó que hay más pruebas de que la variante ómicron del COVID-19 causa síntomas más leves que las variantes anteriores, afectando principalmente al tracto respiratorio superior y no a los pulmones.

Aunque aún se necesitan más estudios que demuestren que ómicron es menos letal, son ilustrativas las bajas tasas de mortalidad en los lugares en los que vienen aumentando los contagios.

En países como Estados Unidos se siguen alcanzando máximos históricos: en solo un día se reportaron casi un millón de infecciones, lo que se convierte en un nuevo récord mundial y casi duplica su número máximo anterior de más de 505 mil.

Por otra parte, si bien es cierto que en Sudáfrica el descenso de contagios por ómicron bajó rápidamente, no es seguro que en el resto del mundo pase lo mismo ya que en el país africano se vivió una situación similar con la variante alfa en 2020.