Durante los meses que van de 2022, en los Estados Unidos se han registrado 234 ataques masivos con armas de fuego según la organización Gun Violence Archive.

Entre los últimos se encuentran el perpetrado en un hospital, en el que un hombre con un rifle ocasionó la muerte de cinco personas, incluyendo la de su médico y la de él mismo, y, por otra parte, el de un colegio en Texas, donde Salvador Ramos acabó con la vida de 19 niños y dos adultos.

Esta última tragedia significó el tiroteo escolar número 27 de este año en el país norteamericano y el más mortal desde 2012. El año pasado fueron 34 los ataques en escuelas.

La reacción de la sociedad se encuentra dividida. Muchos piden que la solución parta desde el endurecimiento de la posesión de armas de fuego, incluyendo la postura del presidente Joe Biden, que en un discurso cuestionó cuánta más carnicería es la que está dispuesta a aceptar el país.