Un operativo de control en la garita móvil de Pucusana permitió a la Policía Nacional del Perú incautar un cargamento clandestino de más de 16 mil cartuchos de dinamita y otros materiales explosivos procedentes de Juliaca con destino a Lima. La mercancía, valorizada en más de S/2,8 millones, estaba oculta entre pacas de heno dentro de un camión con remolque que intentó eludir la intervención policial.

Durante la inspección, agentes de la Policía Fiscal hallaron más de 47 mil unidades entre cartuchos de dinamita, mechas de seguridad y accesorios explosivos, según informó el general Óscar Arriola, jefe de la División de la Policía Fiscal. El oficial precisó que el vehículo intentó escapar a las seis de la mañana, pero fue interceptado a tiempo. “Se encontraron sesenta mil metros de mecha lenta y doce mil cuatrocientos sesenta y cuatro cartuchos de dinamita de emulsión”, detalló.

Parte del material incautado pertenece a la empresa nacional Famesa, cuyos productos se transforman en una grave amenaza cuando ingresan al circuito ilegal. “Este tipo de dinamita es el doble de potente que la convencional; doce cartuchos de este tipo destruyeron una cuarta parte de un inmueble en Trujillo”, señaló Arriola, advirtiendo sobre el potencial destructivo del material. También se hallaron más de dos mil cartuchos de origen boliviano, identificados con la marca Macan Faneza, introducidos al país por contrabando.

Las etiquetas y códigos de los productos decomisados permitieron rastrear su origen y ruta. Según las investigaciones preliminares, los explosivos provenían de Puno y se dirigían hacia tres destinos relacionados con la minería ilegal. “Este tipo de contrabando suele terminar en manos de redes criminales que los emplean para extorsiones y atentados”, agregó el jefe policial.

El operativo empleó tecnología de detección avanzada para identificar los explosivos sin abrir completamente la carga. Las pacas de heno estaban dispuestas para ocultar los materiales en compartimentos inferiores del camión, simulando un transporte agrícola. Las autoridades investigan ahora el destino final del cargamento y las posibles conexiones con organizaciones dedicadas al uso ilegal de explosivos en diversas regiones del país.