Trabajadores del despacho del congresista Roberto Sánchez Palomino, actual candidato presidencial por Juntos por el Perú, participaron en actividades políticas durante su jornada laboral, según reveló un informe periodístico difundido por América Noticias. Los hechos ocurrieron en noviembre de 2025 y fueron registrados en video en los exteriores del penal de Barbadillo.

Las imágenes muestran a integrantes del equipo congresal alejados de sus funciones habituales en el Parlamento y participando en manifestaciones y actos de carácter proselitista organizados por su jefe político. Entre los identificados figuran Gianmarco Castillo Gómez, Ernesto Zunini Yerren y Merardo Osorio Canturín, todos con cargos activos en el despacho parlamentario de Sánchez.

Gianmarco Castillo Gómez, quien se desempeña como coordinador del despacho y percibe un salario superior a los 3 mil soles mensuales, fue captado participando en manifestaciones de respaldo al expresidente Pedro Castillo, su tío. Su presencia en estos actos coincidió con el horario en el que debía cumplir labores en el Congreso de la República.

Otro de los involucrados es Ernesto Zunini Yerren, técnico del despacho y dirigente partidario, con una remuneración mensual de aproximadamente 7 mil soles. Zunini también aparece en las grabaciones participando en actividades de corte electoral junto al congresista Sánchez, fuera de la sede parlamentaria.

En el caso de Merardo Osorio Canturín, asesor principal del despacho y con un sueldo superior a los 12 mil soles mensuales, se le atribuye un rol operativo más amplio, que incluiría la coordinación y movilización de simpatizantes. Al igual que los otros trabajadores, sus actividades políticas se realizaron en horarios coincidentes con sus funciones congresales.

De acuerdo con el abogado Diego Montoya, este comportamiento podría constituir una vulneración a la Ley de Neutralidad Electoral, que prohíbe el uso de recursos públicos para fines de campaña. El especialista sostuvo que la eventual responsabilidad no recaería solo en los trabajadores, sino también en el congresista Roberto Sánchez, en su condición de titular del despacho y presunto conocedor de las actividades realizadas por su personal.