De los seis mil turistas que se esperaba recibir en el parque arqueológico de Machu Picchu, solo 2900 pudieron conocer la maravilla del mundo debido a los disturbios y el paro de 48 horas en la ciudad de los incas.

Alrededor de dos mil turistas que sí pudieron ingresar a Machu Picchu quedaron varados en Aguas Calientes, por lo que no pudieron continuar con su viaje a otros destinos como la Montaña de Siete Colores o el Valle Sagrado de los Incas, entre otros.

La razón de la protesta es principalmente económica. Piden que se vayan todos, frase comúnmente usada para referirse a que los miembros del Ejecutivo, encabezados por el presidente Castillo, y los congresistas, dejen el poder.

Y es que alza del costo de vida y del combustible es insostenible para muchos peruanos que sienten que sus autoridades no los representan. Por esto Cusco pierde ahora 100 millones de soles, pero los turistas que vivieron situaciones incómodas podrían ocasionar pérdidas futuras al contar sus experiencias al regresar a su hogar.