Por José Luis Gil, analista político y ex GEIN

Faltando pocos días para la llamada "Toma de Lima" organizada por la extrema izquierda, no queda más que comprobar, una vez más, que los eventuales "compañeros" de aventura de la izquierda radical son los progresistas o caviares. Sus actos promoviendo la marcha, sin dudas ni murmuraciones y sin matices de diferencia o altisonantes en lo proferido por los violentistas, confirman que quienes fungían de ser la "reserva moral e intelectual" y el "equilibrio" entre izquierdas y derechas, no lo son.

El hartazgo de las grandes mayorías de peruanos, a causa de las tropelías y corruptelas de izquierdas y derechas, hizo que algunos sectores sociales apostaran por este segmento de políticos, los progres, que parecían decentes y consecuentes con la postura de "centro" que mostraban a diestra y siniestra. La gente apreciaba la locuacidad, inteligencia y el "nuevo" discurso que blandían por "calles y plazas" (medios de comunicación afines), defendiendo los derechos humanos, el respeto a la democracia y la constitución, así como su "firmeza" para la lucha contra la corrupción. Pero todo era un fraude.

Hoy sabemos de las jugosas "donaciones" para luchar por los derechos humanos y la democracia que recibieron diversas ONG e instituciones llenas de progresistas en los últimos 20 años (No se sabe montos reales). Los hemos visto defender con su silencio los crímenes cometidos por sus congéneres ideológicos y políticos, llamando "errores o deslices" a sus actos de corrupción. También los hemos visto responder a los gritos y tambores de guerra proferidos por los terroristas no rehabilitados de Sendero Luminoso y el MRTA, asintiendo con la cabeza como símbolo de una alianza perversa que sus seguidores jamás pensaron. Hoy, los vemos con intenciones de marchar sin rubor alguno con los criminales a quienes relativizaron sus fechorías.

Es imposible que los adalides de la "intelectualidad" no hayan hecho el más mínimo razonamiento "académico" ni interpretado las claras evidencias o señales de que quienes están detrás de la violencia en el Perú son los excarcelados de Sendero Luminoso y el MRTA. Es imposible que no hayan apreciado la evidencia mostrada por las autoridades pretendiendo sostener el "terruqueo" como único argumento de defensa. Es inaudito que quienes conocen la verdad científicamente le den la espalda al pueblo y, encima, los llamen a luchar para "apoyarlos". Enfermizo, realmente.

El ingreso descarado de la progresía en los predios del marxismo, leninismo y maoísmo criminal resulta aberrante y, para muchos, decepcionante. Los progres asesinaron el poco "centro" que hubo en el Perú. Los progresistas han demostrado que son capaces de "babear y mover la cola" ante sus nuevos amos, los socialistas de Fidel y los maoístas de Abimael Guzmán. Así de sucio.

Solo esperamos que el gobierno y el sistema de justicia (policía, fiscalía y poder judicial) entiendan que es imperativo que, de acuerdo con la ley, se tomen medidas estrictas en el corto plazo, capturando y encarcelando a los criminales y a sus cómplices los caviares, que son quienes quieren ver sangrar al país. ¡A por ellos! ¡Sí se puede!