Por Mariella Balbi, publicado en Expreso
Ni Boluarte, ni el Ejecutivo han ponderado en su real dimensión la captura de una célula terrorista en Trujillo que adoctrinaba a niños en la ideología senderista a través de la ONG Voluntad Transformadora. La sociedad tampoco se ha afectado, está agobiada por la delincuencia común. Que la Presidenta no diga ni pío sobre esta importantísima acción de la Dircote, tampoco la ministra del Midis, es elocuente y preocupante. La titular de Educación solo dio pálidas declaraciones.
El director de Voluntad Transformadora, Juan Santos Romero, ‘camarada JJ’, ya purgó prisión por terrorismo, es reincidente. No es psicólogo, no tiene profesión, tampoco los otros seis integrantes de esta célula senderista. El adoctrinamiento lo realizaba desde el 2018 a vista y paciencia de todos. ¡Tuvo la osadía de hacer cantar a sus ‘pupilos’ el himno de la Internacional en la plaza de Armas de Trujillo! El ‘camarada JJ’ y sus secuaces trabajaron varios años para captar adeptos a Sendero, según el “Plan de Construcción del Partido”. Con estos inocentes niños trabajaban a un futuro no tan lejano.
Pero hay más. Esta macabra célula terrorista, dependía directamente de la ‘camarada Mirian’ (Elena Iparraguirre), segunda esposa de Abimael Guzmán, quien ha asumido la jefatura del partido desde prisión. Ella lanza sus directivas a través de sus abogados. Este manejo a tan alto nivel revela la importancia de esta exitosa acción de Dircote que ha tenido poco impacto en la opinión pública.
Nos muestra también que Sendero está muy activo gracias al régimen de Pedro Castillo, abriéndole las puertas de varias dependencias estatales. Boluarte conoce en carne propia los arteros embates del terrorismo. La violencia subversiva de inicios de año buscaba ‘tumbársela’ y desestabilizar a su gobierno. Estas acciones que dejaron más de 60 fallecidos permitieron que el partido de Guzmán se movilice y expanda. La CIDH, haciéndole el juego a la subversión, imputa a Boluarte la responsabilidad de las muertes.
Dircote les seguía los pasos desde hace un tiempo. No intervino antes porque la Fiscalía no acompaña con solvencia su esforzada labor. ¿La Presidenta Boluarte sabe de este inconveniente cotidiano que afronta la valerosa dirección policial? Dircote ha tenido tres jefes en este año, todos capaces ciertamente, pero la estabilidad es fundamental en una institución. El actual, coronel Max Anhuamán es un oficial con enorme experiencia en terrorismo ‘perucho’ e internacional.
En teoría, el grado para conducir Dircote es de general. Por temas de cese injusto, reincorporación, plazos absurdos, etc., Anhuamán ya no puede ascender y pasaría al retiro. Él asumió el pernicioso pulseo con Fiscalía logrando la intervención de los ‘terrucos’. Tiene, además, 30 años en la Dircote, cosa inusual. Es una persona competente y preparada que afrontará la lucha contra el terror de manera decidida, pese a las dificultades logísticas: poco personal, carencia de computadoras, etc.
Si deja el cargo, pierde el país, más el régimen. Evidentemente no es el único, pero conoce el tema a fondo. Bien podría Boluarte disponer su ascenso por actos meritorios (desarmar la célula de Trujillo es un gran logro) y su experiencia profesional. El ascenso por acción distinguida se da en cualquier momento. Depende solo de decisión política. Una reciente encuesta privada indica que la extrema izquierda ganaría las elecciones. Las provincias están muy radicalizadas. Guerra avisada…
Fuente: CanalB
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