El expresidente Alejandro Toledo ofreció una entrevista a pocas horas de que se concrete su entrega a las autoridades de Estados Unidos, y luego sea extraditado al Perú para cumplir con su condena por el caso Ecoteva.

Fue una declaración mediática tras aproximadamente siete años de silencio en la que pidió que no se permita su muerte en prisión y que lo dejen luchar con argumentos.

A Toledo se le investiga por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias con relación a contratos con la empresa Odebrecht para la construcción de la vía Interoceánica entre Brasil y Perú.

El expresidente peruano también confirmó, luego de que fueran rechazados sus últimos recursos legales, que se entregará a pesar de no compartir la decisión del juez Hixon.

Su estado de salud fue el argumento que esgrimió en repetidas ocasiones para paralizar el proceso judicial por el que se le acusa de haberse embolsado hasta 35 millones de dólares en coimas.